La mayor bajada de la inflación en Europa y el avance de transición energética han elevado la competitividad de la economía y han confirmado al sector exterior como un motor fundamental para el crecimiento y la creación de empleos, en muchos casos puestos de trabajo mejor pagados que en otros sectores tradicionales. Y lo es más allá del turismo. Pero lo más importante, todo apunta a que lo seguirá siendo en los próximos años.
La cuota de comercio intracomunitario (dentro de la UE) de mercancías de España, respecto al total, no ha parado de crecer en los últimos meses y es ya 4,2 puntos superior al nivel previo a la pandemia, principalmente por el abaratamiento de la electricidad por el tope al gas (o excepción ibérica), según datos de Eurostat recogidos por el Ministerio de Asuntos Económicos.