El IVA es uno de los impuestos más antipáticos para el público general. Grava a todos por igual sin contar la renta y el debate político se centra habitualmente en sus rebajas y nunca en las impopulares subidas. Sin embargo, España arrastra un problema respecto al resto de Europa y es que, aun siendo la segunda figura más importante de la cesta de ingresos tributarios tras el IRPF, recauda sensiblemente menos que el resto de socios comunitarios. La 'brecha del IVA' en España es de las más altas de la UE.
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