La crisis energética, el cambio climático, la necesaria transición energética y ahora también el Tribunal de Cuentas de la UE constatan el fracaso del mercado energético en Europa. Un informe de los auditores europeos señala la lentitud en los avances hacia un sistema común que no ha llegado pese a los intentos que comenzaron en la década de los 90 y apuntan a un mercado que “sigue regulado en la práctica por veintisiete marcos reglamentarios nacionales” en buena medida por los obstáculos que ha supuesto la “compleja arquitectura jurídica” diseñada desde Bruselas.