La inteligencia artificial ChatGPT ha revolucionado la conversación internacional sobre este tipo de tecnologías. Su capacidad para redactar cualquier tipo de texto a petición del usuario y contestar preguntas sobre casi cualquier aspecto del conocimiento humano ha servido de demostración de las capacidades de la inteligencia artificial para un público global. Sin embargo, también ha impulsado el escrutinio sobre cómo funcionan este tipo de sistemas y cómo se entrenan. Una investigación de la revista Time ha revelado este martes que ChatGPT utilizó para ese proceso a trabajadores keniatas que cobran un euro la hora.