Endesa ha revisado a la baja el impacto previsto por el nuevo impuesto a las compañías energéticas, tras las enmiendas introducidas la semana pasada en el Congreso para eximir a las actividades reguladas de la nueva tasa. En concreto, la eléctrica pronostica un impacto de entre 250 y 300 millones de euros al año en 2023 y 2024, frente a los 400 millones por ejercicio previstos a principios de mes. Eso supone hasta un 37% menos, aunque los directivos de la eléctrica creen que el impacto se quedará en la banda alta de esa horquilla.