Bruselas quiere poner coto al agujero negro del IVA con el que estima que el fraude en la recaudación llevó a una pérdida de ingresos de 93.000 millones de euros a los estados de la UE en 2020. La cifra llegó a los 137.000 millones en 2017. La Comisión Europea ha propuesto una serie de medidas para mejorar el sistema y tratar de evitar las fugas. La intención es avanzar hacia una suerte de 'ventanilla única' para la gestión de ese impuesto a nivel comunitario así como perseguir que plataformas digitales relacionadas con el transporte de pasajeros y el alquiler vacacional se hagan cargo de la recaudación que muchas veces se escapa.