Miles de personas se han concentrado esta noche en la Plaza de la República de París, símbolo de las protestas de la izquierda, para celebrar la victoria del Nuevo Frente Popular y la derrota de la extrema derecha de Marine Le Pen, que ha quedado como tercera fuerza parlamentaria.
“Estoy muy contenta. Teníamos mucho miedo de lo que podía pasar, pero el combate no ha terminado, solo ha empezado porque la extrema derecha crece por toda Francia, sobre todo en las zonas rurales, donde hay que prestar atención”, dice Julie, una joven parisina que trabaja para una ONG.