“Nunca había sentido un dolor de esta magnitud al mirar a nuestros pacientes a la cara”. Esas han sido las emotivas palabras que ha pronunciado una enfermera de Médicos sin Fronteras sobre la terrible situación que vive el sistema sanitario en una Gaza arrasada por la guerra y el hambre, y con cada vez menos recursos. “Sé lo que implica el sufrimiento de nuestros pacientes y sé lo duro que resulta para nuestros compañeros gazatíes tener que elegir a quién atender, a quién salvar o a quién aliviar.