Entre las tiendas 'vintage' y los olores de los puestos de comida callejera, se encuentra el primer Museo de la Vagina del mundo. Un esclarecedor y orgulloso letrero anuncia la presencia de tan enigmático museo, emplazado dentro del icónico mercado de Candem. El nombre atrae irremediablemente las miradas inquisitivas de turistas y visitantes locales, que aminoran el paso al leer el título.
Se adentran en las instalaciones con una mezcla de curiosidad y diversión, después de que una chispa de interés prenda en sus ojos al captar la palabra 'vagina'. Un término que se ha sexualizado, tal y como señala Sarah Creed, conservadora del museo señala.
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