Los 'dropshippers' que compran productos baratos en AliExpress y los revenden más caros sin que pasen por sus manos —un modelo popular entre adolescentes a quienes ciertos 'gurús' prometen altísimas rentabilidades— tienen desde este jueves nuevas obligaciones legales. Esto complicará su operativa y reducirá sus márgenes, lo que hará que suban precios, empiecen a vender fuera de Europa o abandonen el negocio.
"Algunos de nuestros clientes lo hacían por sacarse un sobresueldo y han dicho: buf, me dejo de este lío", cuenta Fernando Matesanz, director del despacho de asesoramiento fiscal Spanish VAT.