El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprobó este jueves una serie de reformas para facilitar y acelerar el proceso de aprobación proyectos de construcción de infraestructuras, una medida criticada por los ambientalistas, que afirman que lo hará a costa de una mayor laxitud en la redacción de informes de impacto ambiental.
Esto supone la aplicación de cambios en la Política Nacional Medioambiental (NEPA, en sus siglas en inglés), aprobada hace 50 años, con los que espera reducir en un 70 % los "siete años de media" que se tarda en aprobar los proyectos.
"Por primera vez en más de 40 años, hemos aprobado una nueva regla dentro de NEPA para acabar completamente con la disfunción burocrática del sistema", dijo el propio Trump en una comparecencia de prensa.
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