Este jueves se ha dado un paso más para que España cuente con un nuevo supervisor financiero. El proyecto de ley de creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero esquivó en el Congreso las dos enmiendas a la totalidad presentadas por Vox y ERC. Sin embargo, los últimos días han dejado claro el aspecto de la norma que más debate está generando: la tasa de 250 euros que deberán pagar los bancos por cada reclamación de un cliente que sea admitida por el organismo.