En el año 2019 las renovables crecieron un 10,7% y batieron récord histórico de megavatios vertidos al sistema eléctrico. La eólica y la fotovoltaica fueron las protagonistas principales, pero hay un personaje secundario que también ha crecido considerablemente. Se trata de la biomasa, una renovable "gestionable" que no depende de si hace sol o viento y que buscar ser complementaria al resto, pero que no tiene el respaldo necesario del Gobierno en comparación con otros países europeos. España es el tercer país del grupo comunitario por recursos biomásicos y el octavo por consumo.
A través de la quema de los desechos forestales, agrícolas y ganaderos, la biomasa es capaz de generar energía eléctrica y térmica.