La economía creció un 0,1% en el tercer trimestre, una décima menos de los esperado, por la resistencia del consumo al golpe la inflación, respecto al periodo entre abril y junio. El dato de PIB (Producto interior bruto) entre julio y septiembre confirma el frenazo de la actividad en España, aunque también refleja el impulso de la primera temporada turística completa y sin restricciones por la pandemia de COVID desde 2019.
En el segundo trimestre, el PIB rebotó un 2% (cinco décimas más del 1,5% adelantado), por encima de todas las grandes economías de la eurozona y de las previsiones.