No se sabe quién es, no autoriza exposiciones, no concede muchas entrevistas. Mensajes políticos, satíricos o filosóficos aparecen en las calles sin firmar, pero con una clara huella del artista de Inglaterra. Sus personajes estrellas son las ratas, los monos, la familia real inglesa, los bobbies o los niños. Sus intervenciones se hacen de la manera más rápida posible con la técnica del esténcil o plantillas, sin ser visto, como si fuera transparente.