En la última huelga por el día internacional de la mujer trabajadora, Ciudadanos rehusó participar porque, en su opinión, ser feminista no es incompatible con ser capitalista. O, en otras palabras, que faltar a trabajar el día 8 de marzo es un gesto ideológico que no ayuda a la igualdad. Como si el terreno laboral y los cuidados domésticos no fuesen dos de los principales nichos de machismo, al menos, en la sociedad occidental.
Si la escritora y etnógrafa estadounidense Kristen Ghodsee hubiese escuchado a Rivera y a Inés Arrimadas en la víspera de la marcha feminista, se hubiera echado a temblar.
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