El sector editorial intenta recomponerse tras el duro golpe que supuso el cese de actividad total y el cierre de librerías y tiendas de cómics por el inicio del estado de alarma. Durante la desescalada, los negocios han vuelto a levantar las persianas pensando en recuperar el tiempo perdido.
Por su parte, las editoriales intentan rescatar los títulos que publicaron en fechas cercanas al cierre, o que tenían pensado lanzar en abril y mayo. El coronavirus ha alterado el calendario de publicaciones y ha cambiado de forma radical los planes de grandes y pequeños agentes del sector para 2020.
Las editoriales de cómics y libros ilustrados también calculan daños y se preparan para el siguiente golpe: el previsible descenso en el consumo por una crisis cuyas repercusiones socioeconómicas están aún por ver.