Su historia empresarial recuerda bastante a la de los reyes inmobiliarios de la burbuja española del ladrillo. Un directivo ambicioso y carismático, con estrechos lazos con la política, que vive las mieles del éxito hasta que la presión de la deuda hace saltar por los aires todo su entramado corporativo. Es lo que le ha pasado a René Benko (1977), considerado uno de los nombres más poderosos del sector inmobiliario europeo, promotor y comprador de edificios icónicos, como el Chrysler de Nueva York o los grandes almacenes Selfridges de Londres.