La compra del estudio de videojuegos Activision Blizzard por parte de Microsoft batió todos los récords en enero de 2022. La adquisición, cerrada en 69.000 millones de dólares (unos 65.000 millones de euros), no solo fue la mayor operación del sector de los videojuegos sino una de los mayores desembolsos para adquirir una sola empresa de la historia. Tras casi un año de análisis, las autoridades de competencia de EEUU, la UE y el Reino Unido se mueven para bloquear la compra al entender que daría demasiado poder a Microsoft y a su sistema Xbox tanto en el campo de las videoconsolas como en el de juego en la nube, perjudicando a los consumidores.