A veces son chistes y 'bromas' cotidianas en muchas empresas. "Porque estás casada, que si no...". Otras es una mano en la cintura, en el hombro o la pierna, abrazos o cualquier contacto físico no deseado. También peticiones de citas, reuniones incómodas e innecesarias en las que sobrevuelan manifestaciones con tintes sexuales sobre una trabajadora. En ocasiones, la situación se agrava con insinuaciones, coacciones y otras formas de abuso sexual, como en la reciente condena a un empresario agrícola en Murcia.