Los tambores de recesión mundial suavizarán los costes de las materias primas en los primeros estadios de 2023, pero sus precios permanecerán en cotas elevadas a lo largo del año. Desde el petróleo, al cobre o el trigo, por elegir tres de los componentes de las reservas naturales de energía, metales y alimentos -los grupos de commodities que han catapultado los índices inflacionistas del planeta desde el último tramo de 2021- que han encarecido el precio del dinero en las potencias industrializadas y los mercados emergentes.
Será, pues, sólo un respiro para tomar aliento, hasta que las expectativas de un restablecimiento paulatino de la actividad se cumplan.
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