Tirar comida. Es un gesto que muchas veces ni pensamos, casi automático, cotidiano, pero que multiplicado por millones de personas se convierte en una “tragedia”. No solo porque supone el desaprovechamiento de los recursos y atenta contra la soberanía alimentaria, sino porque también contribuye a la generación de residuos innecesarios en un mundo ya sobrecontaminado. Los colectivos, asociaciones e instituciones que trabajan en combatir el desperdicio alimentario constatan además que los datos para acercarse a este problema no son rigurosos ni sirven para asentar la base del problema.
Leer más: Todo lo que falta por hacer para frenar el “trágico” desperdicio de comida