El sector de la cosmética no suele acaparar tantos titulares como el de los 'riders', los taxis y VTC o la logística en general. Y, sin embargo, desde hace años se mueven adquisiciones e inversiones astronómicas. "En belleza hay varias megacompañías —L'Oréal, Estée Lauder, Shiseido...— con mucha caja y muy adquisitivas", explica una inversora que conoce bien el mercado. "Si hay una parte de la población, una zona geográfica o un canal, como el digital, que quieren dominar y no construir desde cero, pues compran.