Desde la fundación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 1959, nunca antes Estados Unidos había postulado a un candidato estadounidense para asumir la Presidencia de esta institución centrada en el progreso de Latinoamérica y el Caribe.
Y las primeras discrepancias han surgido ya en el seno del propio banco regional de desarrollo, donde han aparecido voces críticas con la nominación a ese cargo de Mauricio Claver-Carone, asesor para las Américas del presidente estadounidense, Donald Trump.
Una de ellas ha sido un alto funcionario de la entidad, que prefirió mantenerse en el anonimato al asegurar a Efe que el nombramiento del abogado nacido en Miami (Florida, EEUU) “amenaza con romper la cohesión que tradicionalmente se respira en el BID”.