Ministro de Transportes durante los dos últimos gobiernos, Clément Beaune cayó en desgracia en los días posteriores al voto, en diciembre, de la última ley sobre la inmigración. Se filtró en la prensa que había creado un grupo de WhatsApp con otros miembros del ala izquierda del Ejecutivo, en el que se planteaban dimitir en protesta por la aprobación de una legislación que introducía medidas reivindicadas por la extrema derecha desde hace años. Finalmente, sólo uno se atrevió a dar ese paso, el hasta entonces ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau (que ahora se presenta a las legislativas de este fin de semana con el apoyo del Nuevo Frente Popular).