A Joe Biden se le ha oído. A Donald Trump se le ha escuchado. La clave del primer debate electoral que se ha celebrado esta madrugada en el plató de la CNN en Atlanta, Estados Unidos, residía en cómo ambos candidatos se movían y hablaban en el escenario: su actuación era más importante que sus argumentos. Trump, animal televisivo, ha sabido sacar partido del hecho y se ha mostrado como un candidato razonable y firme.
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