El primer ministro Benjamin Netanyahu y los suyos pretenden ampararse en el derecho a la legitima defensa para justificar su acción violenta en Siria, cuando en la práctica se trata de una nueva violación del derecho internacional
Los países vecinos de Siria toman posiciones tras la caída de Al Asad
En el arranque de una transición tan delicada como la que ahora emprende Siria –con graves fracturas internas por restañar y todavía muy afectada por la prolongada injerencia en sus asuntos por parte de actores externos empeñados en dirimir allí sus diferencias–, lo que menos necesita el país es verse inmersa en otro episodio violento, añadido a los que ya arrastra desde hace demasiado tiempo.