Anna Starobinets no es rara, tampoco extravagante. Es su mundo, es decir, el nuestro, lo realmente extraño. Nació hace 45 años en Moscú, pero esa no es la edad que representa. Parece más joven, parece cansada, parece triste, pero tampoco demasiado. Es periodista, guionista de cine, escritora de ciencia ficción y de literatura infantil, madre de dos hijos, viuda, exiliada. Viste con una sudadera de cremallera con capucha debajo de una chaqueta vaquera, como una estudiante universitaria de principios de los 2000.