“Con el patrimonio pasa lo mismo que con el noruego, que no lo hablan. Si no te lo enseñan, no puedes aprenderlo”. La reflexión de Pilar Martínez Arce viene a desmontar el tópico de que los jóvenes no están interesados ni por la historia ni por su legado. “Si vives experiencias en torno al pasado, la realidad cambia completamente: unes el patrimonio a una vivencia personal, propia”. Y sobre esa idea se sostiene gran parte del trabajo de la asociación que preside, Patrimonio para jóvenes, un colectivo nacido en 2015 con el propósito de mostrar la herencia de nuestros antepasados a las nuevas generaciones.