Los hermanos Benito y Pedro Jiménez llevan tres décadas en el activismo cultural. Primero, como impulsores del festival Indie-Pendientes, en los albores del indie español. Después, en la cooperativa de gestión cultural Zemos98 cuyo festival homónimo exploraba nuevas formas de planificar culturas transformadoras.
En el proyecto Los Voluble vuelcan su obsesión por el flamenco, la electrónica, la técnica de remezcla y el potencial del lenguaje audiovisual para generar discursos políticos. Entre sus espectáculos más abrumadores destacan ‘Border hack’, ‘Flamenco is not a crime’ y el más reciente ‘Jaleo is a crime’.