A quien C. Tangana no le caiga bien, el Festival de San Sebastián le ha dado un puñado nuevo de motivos para odiarle más. Quien adore ese punto chuleta con el que viste su genio también se reafirmará en su opinión. Ese es el resultado del documental sobre el artista que ha proyectado el Festival de San Sebastián. Esta ambición desmedida no quiere desmontar el mito distante y polarizador, tampoco agrandarlo. Tangana, o Pucho, como le llaman sus amigos, es una persona contradictoria, poliédrica y compleja, y como tal se le presenta en el trabajo que ha dirigido parte de su equipo más cercano, Cris Trenas, Santos Bacana y Rogelio González.