Adriana siente que es demasiado mayor para adoptar el adjetivo 'huérfana' cuando muere su madre. Ya ha superado la treintena y considera que ese término es válido en la infancia o en una novela de Charles Dickens, no para ella. Pero cuando su padre sufre un ictus un año después, toma conciencia de la posibilidad de quedarse sola de verdad, sin una generación anterior de familiares de primer grado y, de paso, de su propia mortalidad.
Esos son los pensamientos que bullen en la cabeza de la protagonista cuando empieza Las voces de Adriana (Random House, 2023), el último trabajo de Elvira Navarro.
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