“Vamos a reducir el número de ministerios”. Con esa promesa electoral Alberto Núñez Feijóo alertó a principios de junio de sus intenciones si el Partido Popular gana las elecciones. “El Ministerio de Universidades, el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Educación, en un momento con este exorbitante gasto público que tenemos, bien merecen una consolidación”, dijo el candidato. Y ahí quedó la cosa, en un “bien merece”, una expresión que no llega a ser una aseveración pero tampoco lo contrario.
Feijóo dejó caer la intención pero, si de consolidaciones se trata, no llegó a consolidar nunca esta afirmación: ni en su programa electoral ni en la presentación de su política cultural a finales del mes pasado, pudiendo decir la misma cosa y la contraria, depende de la interpretación del oyente.