"No puedo enseñar nada a nadie. Solo puedo hacerles pensar", decía Sócrates. La intención del filósofo griego, tal y como se muestra en Diálogos de Platón, no era inculcar a sus discípulos qué es la inmortalidad del alma o la justicia. Quería que estos llegaran a la luz mediante el debate y sus propias reflexiones, no a partir de una definición otorgada. La única función de él, como maestro, sería la de quitar el velo que cubre la verdad.
Esa es también la finalidad de Gran historia visual de la filosofía (Blackie Books), una guía de Masato Tanaka y Tetsuya Saito con sencillos gráficos para entender los conceptos y personajes clave del pensamiento occidental.