Javier Giner llegó el 2 de enero de 2009 a una clínica de desintoxicación cargado de maletas y arrastrando una adicción dual al alcohol y a la cocaína que le había llevado a una espiral de sexo y degradación. En apenas unos días, hará doce años que salió de aquel centro al que entró con el objetivo de recuperar su vida. Este aniversario coincide con la promoción de su libro 'Yo, adicto' (Paidós), en el que narra en primera persona y a través de sus diarios de aquella época los meses que pasó ingresado.