La Biblioteca Nacional Española actualiza su labor como guardiana de la memoria colectiva sobre los tiempos que corren: los videojuegos españoles son considerados a partir de ahora patrimonio cultural inmaterial y pasarán a ser tratados como los libros.
En un comunicado que compartieron en redes, el principal ente público encargado de velar por las publicaciones en castellano producidas en España y que aseguren a futuras personas vinculadas a la investigación poder rastrear el pensamiento y la cultura producidas en estos años, anunciaban la incorporación inmediata y progresiva de los videojuegos producidos en España.
Según la BNE, la institución comienza a recuperar el fondo de los videojuegos que aún no conserva con la ayuda del sector y las diversas asociaciones relacionadas con los videojuegos.