La austeridad, que fue religión tras la gran crisis financiera que estalló en 2008, se está quedando irremediablemente arrinconada en las instituciones internacionales (hasta en el FMI). Este martes ha sido Fabio Panetta, el economista italiano del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), el que ha apostatado de las políticas de recortes en el gasto público durante las recesiones.
"Hemos pagado un alto precio por esto en forma de un crecimiento más débil, un mayor desempleo y un deterioro de las condiciones fiscales", ha explicado en una conferencia sobre las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea (UE), que se están negociando actualmente y que se aplicarán a partir de 2024, tras ser suspendidas en 2020 por la COVID.