La primera línea de los piquetes en Detroit ha contado este martes con un invitado inaudito: el mismísimo presidente de EEUU y candidato a la presidencia, Joe Biden, que se autodefine como el presidente más prosindicalista de la historia. Nunca antes el máximo mandatario del país se había unido a una huelga. De hecho, aunque en las huelgas se presupone al presidente un papel neutral, de árbitro entre empresas y trabajadores, hasta ahora todos los mandatarios se habían puesto del lado corporativo. Por ejemplo, en 1981, Ronald Reagan despidió a más de 11.000 controladores aéreos en huelga.