Entre 1979 y 1981, surgió en Inglaterra una generación de nuevos creadores que vio en los teclados electrónicos las mismas posibilidades que sus predecesores veían en las guitarras y las baterías. La fascinación por Kraftwerk y Bowie les hizo mirar a Europa, y a consecuencia de eso, el constructivismo, el futurismo y otras corrientes de las vanguardias históricas pasaron a tener una notable influencia en el pop. Los inicios de Marc Almond —de gira en España el 30 y 31 de marzo—, Dave Gahan o Matt Johnson, nombres que entonces no significaban nada, pertenecen a ese periodo y tienen en común un sello discográfico.
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