Un agente especial del Gobierno estadounidense viaja en un polvoriento Seat Panda junto a dos policías españoles, que escuchan flamenco mientras conducen por un destartalado camino. Bromean con su pasajero, que está en aquel lugar recóndito para llevar a cabo una misión secreta: rescatar a la hija del presidente de Estados Unidos, que ha sido secuestrada por lo que pronto descubrirá que es una peligrosa secta de pueblerinos afectada por la infección parasitaria Las Plagas.
Pese a lo que pueda parecer por este rocambolesco inicio, Resident Evil 4 supuso un punto de inflexión para la saga.
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