Emiliano murió en el hotel Palace el 21 de noviembre de 1936. Aquella mañana le habían asignado una tarea nueva. Debía mostrar a un grupo de corresponsales el frente de la guerra en Madrid. Los periodistas subieron a la camioneta que conducían Emiliano y Alberto, dos de los cuatro hermanos Barral. Todos, escultores antes del golpe de Estado. Condujeron hasta el barrio de Usera, donde no había ni un minuto de paz desde el inicio del mes. Pero los periodistas querían guerra y los hermanos debían enseñarles cómo se resistía a la invasión de las tropas de Francisco Franco.