El 13 de septiembre de este año el cine se quedó huérfano. Jean-Luc Godard, uno de los directores más importantes de la historia del cine, fallecía en su casa de Rolle, Suiza. Lo hacía mediante suicidio asistido. Hasta en sus últimos días, Godard decidió desafiar el orden establecido como lo hizo mediante sus películas durante décadas. Sus obras rompieron las normas, dinamitaron el cine académico tal como se entendía y hasta llegaron a crear un lenguaje propio lejos de cualquier canon o definición.
Cine en donde lo artístico, lo provocador y lo iconoclasta iban de la mano de lo político.
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