Está preocupada por el paso del tiempo, jamás votaría a Milei, defiende que vivir en la indignación no funciona y adora a Taylor Swift. Mariana Enríquez lleva desde que escribió su primera novela, Bajar es lo peor, usando el terror para “hablar de lo incómodo” y como “advertencia”. Ahora tiene cincuenta y continúa ampliando su legado con Un lugar soleado para gente sombría (Anagrama), un libro de relatos en el que el cuerpo goza de gran protagonismo.