Tener todos los servicios esenciales a 15 minutos de casa. Esta premisa, que ha puesto de uñas a la extrema derecha –que ve en ella una supuesta conspiración para encerrar a la gente en su entorno más próximo– es una realidad en la mayor parte de España. El 90% de los hogares situados en ciudades de más de 50.000 habitantes reconoce que dispone en su zona de servicios básicos como colegios, farmacias, centros de salud u hospitales, supermercados, así como bares y restaurantes.