"Ha sido un año complicado, exigente. Empezamos con la previsión de que 2022 iba a ser la vuelta a la normalidad y nos encontramos con la guerra en Ucrania. El problema de los chips se acentuó en la primera mitad del año y luego la crisis energética, que ha llevado a un escenario de aumento de costes". Así resume el año José López-Tafall, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). "Ha sido una coctelera que ha derivado en una tormenta perfecta", argumentó en un encuentro con medios de comunicación.