El panorama actual, batallando por descender las cifras de la tercera ola de la pandemia, nos ha dejado con solo el 39% de cines abiertos en España, según datos de la consultora Comscore.
Las pocas salas que siguen abiertas enfrentan multitud de vicisitudes: sin estrenos hollywoodienses y sin palomitas conviven además con el aforo reducido, la ausencia de la sesión más rentable (la de las 22 horas), el miedo a la enfermedad o el desconocimiento del público.
A pesar de todo, los programadores y propietarios de salas de cine se reinventan a marchas forzadas: el cine independiente ahora supone el 93% de la cartelera, y estas películas pequeñas gozan de más tiempo en pantalla.