La crisis climática está lejos de solucionarse.Un estudio publicado recientemente revela que desde 1950 los episodios de calor extremo en Europa se han triplicado, mientras que los de frío extremo se han reducido a la mitad. Y las previsiones de la Organización Mundial de la Salud no son muy positivas: entre los años 2030 y 2050, hasta 38.000 ancianos morirán por la exposición a temperaturas excesivamente altas. Se trata de una de las mayores amenazas medioambientales de nuestra era, un peligro vigente que, pese a la negación de algunos, ha tenido su reflejo en diferentes ámbitos de la cultura desde hace tiempo.