El Pavón Teatro Kamikaze cerró de forma definitiva el 30 de enero, aunque su muerte ha sido un proceso lento que empezó acaso con su apertura, una audacia repleta de dificultades y malabarismos, sobre todo económicos. Ahora que las puertas, las taquillas y las ventanas del histórico edificio madrileño vuelven a estar cerradas y que los fundadores del proyecto se han tomado un respiro; autores, directores y espectadores hablan sobre la importancia del proyecto que revolucionó la escena teatral hace cinco años.
"Era nuestra pretensión apurar el tiempo hasta la finalización del contrato de alquiler, en julio de 2021, con el objeto de encontrar un espacio alternativo que nos permitiera dar continuidad al proyecto, pero quién podía prever que en el invierno de nuestro descontento se haría fuerte una pandemia que precipitara el final".