Hay un cántico que desde hace 44 años resuena en la basílica del Valle de los Caídos. Cada 20 de noviembre, los devotos de Francisco Franco se reúnen a las afueras de la tumba del dictador para alzar el brazo derecho y entonar el Cara al Sol. Pero, desde que el Gobierno de Pedro Sánchez anunció su intención de exhumar los restos, este himno falangista se ha convertido en más una afrenta ideológica que en un homenaje musical.
La promesa se ha cumplido en la mañana de este jueves y el próximo aniversario de la muerte de Franco será el primero en el que la cripta del Valle esté vacía.