A principios de 2019, el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares -CERN- hizo públicos sus planes para construir un nuevo acelerador de partículas, el mayor de la historia. Y no faltaron quienes, agoreros, imaginaron todas las formas mediante las cuales tal máquina podría acabar con la vida en la Tierra. Así, sin medias tintas.
Según Martin Reese, profesor de Cosmología de la Universidad de Cambridge y autor del libro On The Future: Prospects for Humanity, un acelerador de partículas mayor que el que ya existe -el Gran colisionador de hadrones (LHC), situado actualmente cerca de Ginebra-, podría generar un agujero agujero negro o un desgarro en el espacio-tiempo, como informaba ABC.