Lucrecia Martel dice lo que piensa y hace el cine que piensa. Un cine que revienta normas y clichés. Un cine que revisa su país, Argentina, constantemente, ya sea su pasado colonial (Zama) o la diferencia de clases y las tensiones presentes como en La ciénaga, que hace poco ha sido elegida como la mejor película argentina de la historia. Martel cuestiona todo y no solo desde sus películas. Cuando fue jurado en Venecia dijo claramente que no pensaba aplaudir a Polanski y que incluso se pensó dejar de ser miembro por la presencia de su película.
Leer más: Lucrecia Martel, cineasta: “Argentina es un hermoso país de gente desquiciada”